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Su historia…

Elizabeth Parra es venezolana, publicista y estudió 3 años de Administración de Empresas. Casada y madre de un hijo. Lleva 7 años en Argentina.

Terminó su bachillerato y ya pensaba con su novio en casarse, como cualquier muchacha enamorada, a los pocos meses cumplieron su deseo. Ser tan jóvenes significó, al menos para ellos, un gran reto; pero su gran amor ayudó a asumirlo con mucho compromiso y responsabilidad.

Juntos fueron transcurriendo una vida bonita pero llena de realidades y retos que fueron superando. Con el pasar de muchos años cuando estaban más tranquilos y estables, la realidad de su país comenzó a alertarlos y hasta sentir asfixia. Su único hijo fue el primero en tomar la decisión, sin derecho a discusión, de partir a otro país donde pudiera vivir en paz. Había escogido Argentina, país que habían visitado pocos meses antes. Como padres y en un principio no estuvieron de acuerdo, aunque luego con el corazón afligido, supieron que tenía razón y hacía bien. Para ellos las cosas en su país recrudecían cada vez más, sobre todo se preocupaban por el tema de salud/medicamentos por ser él, esposo de Elizabeth, enfermo del corazón. “Ya sabíamos con certeza todo lo que vendría y tomamos la decisión. Estuvimos planificando y preparando todo muy meticulosamente, tomando en cuenta cantidad de aspectos y dos años después partimos de Venezuela llenos de fe y esperanza aunque también muy tristes. Hasta esa mañana cuando dejamos nuestro hogar no nos dimos cuenta lo que dejábamos atrás”.

Pasaron años muy difíciles, años de pérdidas, problemas de salud y adversidades, la dificultad de conseguir trabajo; los tomó por sorpresa, no fue algo en lo que hubieran pensado. Pero también reconocen, fueron años de retos y satisfacciones.

Les tocó estudiar y prepararse para oficios nuevos. Entre tanta búsqueda y empleos nada satisfactorios, mal remunerados, Elizabeth comenzó a vender tortas y algunos platos de la gastronomía venezolana.

“Desde pequeña  siempre me gustó cocinar, mi mamá cocinaba riquísimo pero a ella no le gustaba hacerlo  y no quería que sus 4 hijas cocinen, nos sacaba de la cocina..”, también recuerda Elizabeth que tenían unos vecinos mayores amorosísimos que fueron como sus abuelos. Junto a sus dos  hermanas menores, de chiquitas, pasaban mucho tiempo juntos. Ellos preparaban sus alimentos y las niñas aprendían. “Así nació mi interés por la cocina. Al enterarse mi mamá de eso ya no quería que fuéramos para allá…”. Varios años después y recién casada, en una oportunidad su esposo quería hacerle un regalo y ella le pidió el libro de cocina de una cocinera reconocida, “cuando mi mamá se enteró se horrorizó, dijo que ella nunca hubiera aceptado eso, le dije que yo se lo había pedido y estaba feliz con mi libro”.

Ya en Argentina, un día le llegó un mensaje que resultó ser del programa CEMI y una ¡grata sorpresa! De esta manera, comenzó a incursionar en el mundo del emprendimiento. “Han sido meses de enseñanzas, de brindarnos herramientas y preparación para lograr mi objetivo, fortaleza y seguridad cuando la duda y el miedo se asoman saboteando mi deseo. Y de esta manera nace en Noviembre de 2020 CacaoLiz”. Mediante su emprendimiento, Elizabeth ofrece ricos postres de calidad con sabor casero y venezolano, el típico pan de jamón que se consume en la época navideña, con los más auténticos sabores de su región, preparados con experiencia y productos de calidad.

Dar a conocer estos sabores de la auténtica gastronomía venezolana, que no se pierdan en el tiempo y por motivo de nuestra diáspora, es algo muy importante para mí.